lunes, 26 de marzo de 2012

"Nuestro horizonte es que todo lo que estamos construyendo se convierta en una política pública"

Por Nicolás Ferrera


Durante una mañana soleada de marzo, Red Colectiva acudió hacia la central del Movimiento Giros en busca de respuestas sobre el trabajo que está realizando la organización en Nuevo Alberdi, grupo de jóvenes y vecinos de la zona que han instalado novedosos paradigmas tanto en la forma de militancia, en la educación, en la concepción de los medios de comunicación y, sobre todo, en la producción y construcción de viviendas en un territorio que se ha transformado en una disputa social, cultural, política y económica. Alejandro Gelfuso fue el encargado de ayudarnos, con su relato, a trazar un recorrido por la vida del Movimiento Giros y la disyuntiva que se presenta en las lógicas de comprensión de la tenencia y explotación de la tierra, asegurando que "en esta ciudad, los convenios públicos-privados se han convertido en la única forma de urbanizar". No demoramos su lectura y lo invitamos a que se zambulla en la construcción de la "Ciudad Futura" que propone Giros.

También podes escuchar el audio de la entrevista completa acá



Red Colectiva: Comentanos sobre el presente de Giros en Nuevo Alberdi.

Alejandro Gelfuso: El presente de Giros en Nuevo Alberdi es muy bueno en términos de lo territorial y como se fue avanzando en determinados proyectos concretos que de alguna manera hacen realidad lo que nosotros venimos soñando hace mucho tiempo y proyectando, que parte tiene que ver con ese horizonte que se llama Ciudad Futura. Para nosotros representa, no solamente la democratización de la tierra en las ciudades, sino también la discusión sobre como crece y se construye una ciudad, fundamentalmente en aspectos como la vivienda, la producción y la educación, que para nosotros son tres ejes fundamentales y constitutivos de una ciudad. En ese sentido Nuevo Alberdi no solo viene resistiendo a desalojos, a la violencia encarada por parte de determinados monopolios que se apropiaron de esas tierras y de muchas otras de la ciudad para construir mega emprendimientos, sino que se intenta construir esa solución que estamos planteando. El presente en Nuevo Alberdi es una lucha cuerpo a cuerpo, porque el Estado se ha corrido de esa discusión y ha quedado casi un enfrentamiento entre un movimiento -organización de varios vecinos- contra un monopolio que también pretende avanzar, pero a la vez también en ese cuerpo a cuerpo no se dirime violentamente, por una elección nuestra, sino que se plantea desde lo que construimos concretamente en ese lugar (producción, vivienda y educación), en un lugar que intenta plantearse como un nuevo modo de vida. De todas formas, no han cesado los intentos de desalojo, de alambrada, la presencia de agentes de estos monopolios que amenazan a los vecinos, eso también es el presente de Nuevo Alberdi, donde la situación se vuelve caótica en ese aspecto. Pero bueno, a ese caos se le responde con estos proyectos que se están inaugurando y que están avanzando como la ETICA, el tambo, la radio, la cooperativa textil, muchas cosas que se van conformando.

R.C: Hace un año la situación era estar acampando enfrente de la Municipalidad, con los habitantes de Nuevo Alberdi. ¿Cómo fue esa transición desde ese campamento hasta llegar a estas cuestiones concretas del tambo, la escuela, la radio?

A.G: Acampamos enfrente del municipio porque era una cuestión política. Nosotros no estábamos pidiendo recursos ni yendo a Promoción Social, fuimos a acampar a la Plaza 25 de Mayo para construir lo que nosotros sosteníamos como Plan de Seguridad Territorial, la cual concebimos como una forma de salirnos de la lógica de seguridad de un territorio basada en la propiedad privada, sino que se basa más que nada en la propiedad colectiva. En ese momento lo que le planteamos al municipio concretamente, ante la situación de amenazas de desalojos a vecinos, producto de la ordenanza del “YA BASTA” que se aprobó en diciembre de 2010, que decida políticamente a quién iba a apoyar: a los monopolios o los proyectos colectivos de los habitantes del territorio. Gracias a ese acampe y al plan de seguridad territorial se pudieron consolidar proyectos muy importantes. En ese acampe no pedimos plata, sino materiales para ayudarnos a construir, como lo fue la primer vivienda de la Ciudad Futura realizada con containers; una cooperativa de jóvenes dedicada a la cría de pollos que tuviera también un vivero; generar unos recursos para una cooperativa textil que ya existía previamente y se la pudo potenciar; huertas en todo el territorio para que las familias pudieran producir. Ese acampe nos ayudó a consolidar y profundizar algunos proyectos existentes, cuestiones que el municipio nunca reconoció. Esa transición produjo un debate sobre la utilización de los recursos públicos. Para nosotros ese plan de seguridad territorial no era una bajada de recursos del Estado a una organización, sino una inversión pública. Los grupos empresarios, de alguna manera, están apoyados por el municipio y por una lógica de urbanización de la ciudad. De esta manera, el año pasado se terminó votando una ordenanza con una nueva composición del Concejo sin saber de que se trataba, y se aprobó un proyecto intregral que pretenden generar un marco para estos grupos empresarios.

R.C: ¿Como se suma el nuevo Concejo a esta disputa de intereses?

A.G: Para nosotros el Concejo ,y el Estado en general, siempre es potencialmente un aliado, por más que no lo sea. Lo que aprendimos de esta lucha durante todos estos años es que nos enfrentamos a corporaciones. El Movimiento Giros se plantea una lucha contra la destrucción de todos los territorios que existan, y ante las lógicas corporativas de reconfigurarlos bajo su sesgo privado. De alguna manera cuando vos tenés esa concepción, el Estado toma otra forma. Para nosotros, este no es solo una herramienta de los monopolios, sino un lugar de disputa en el que pretendemos generar debates porque el Estado es lo público. En esa contradicción público-privado el Estado siempre debe ser un aliado, por más que en determinados momentos no lo sea. De todas formas, hace mucho tiempo que no tenemos un dialogo fructífero con el municipio, ni a un dialogo concreto con la provincia. El Concejo ha jugado un rol muy importante en el conflicto de Nuevo Alberdi: la composición anterior aprobó una ordenanza que prohibía los barrios privados, pudiendo lograr un avance gigantesco de un debate sobre la construcción de countries. En otros momentos, a la hora de afectar intereses como el monopolio Cimar S.A., que reemplaza a Aldea y tiene casi todas las partes de las tierras de Nuevo Alberdi, el Concejo decidió que la discusión no había que darla. Luego, cuando entraron más concejales del PRO y se produjo esa especie de alianza entre el PRO y el Socialismo para votar algunos temas que estaban en agenda (como el Parque Habitacional Bouchard), beneficiando a los privados. Es muy raro ver a alguien marchando o tratando de visibilizar quienes son los monopolios y corporaciones locales como la Fundación Libertad y Rosental, entre otras, que intentan privatizar la ciudad. Nosotros queremos generar eso.

R.C: Muchísimo más cuando la Fundación Libertad es la encargada de generar conceptos y de bajar la economía a seguir en la ciudad.

A.G: Si, la Fundación Libertad es la usina de ideas de esta lógica de privatizaciones en toda la ciudad, por más que algunos se alíen un poco más o menos. Es una realidad que ha tenido un rol en las políticas públicas que ha encarado el mismo municipio. Hace algunas semanas se hizo un coloquio y desde allí se dijo que extrañaban la presencia de funcionarios municipales que han sido rutilantes en los últimos tiempos, y con esto no estoy corriendo por izquierda a alguien, sino que estoy diciendo que, evidentemente, uno tiene que identificar cual es esa usina de ideas y si no se necesita otro tipo de institución pública-no estatal que no sea la Fundación Libertad, que tiene una visión claramente neoliberal, desde sus propios conferencistas e invitados, sus programas han tenido un avance muy concreto en la ciudad, y han tejido una alianza con el municipio en muchas de esas ideas que tienen en torno al urbanismo, la especulación inmobiliaria. Esta institución ha organizado coloquios llamados “urbanismo y negocios”, y una de las principales expositoras era Mirta Levin. Cuando uno es un funcionario público no puede avalar que el urbanismo sea un negocio. En esta ciudad, los convenios públicos-privados se han convertido en la única forma de urbanizar.

R.C.: ¿Como es la relación con la Intendenta Mónica Fein?

A.G: Por ahora es una no-relación. Cuando Mónica Fein asumió le enviamos una carta en la que le planteábamos que estaba heredando un problema, que el conflicto por la tierra en Rosario se debía a que las gestiones anteriores no se habían ocupado de la situación y la habían dejado en este cuerpo a cuerpo. En ese momento dijimos que dábamos una nueva oportunidad para la palabra, si bien no olvidábamos todo lo que veníamos sufriendo durante años, también se podía volver a generar un diálogo, un puente nuevo, sin hacer un “borrón y cuenta nueva”, pero estábamos dispuestos a sentarnos en la mesa para propiciar una alternativa para ese territorio. La respuesta a esa carta fue la aprobación del Parque Habitacional Bouchard, ordenanza que se sancionó sin un debate público, sin un anuncio, y además se aprobó con el voto de muchos concejales que no tenían ni idea de lo que estaba pasando en Nuevo Alberdi, con representantes que habían llegado hacia una semana al Concejo y no habían participado de ningún debate previo sobre la realidad concreta de ese territorio.
Hubo un apuro antes de la salida de Miguel Lifschitz de generar o de cumplir con un acuerdo hecho previamente. Esa ordenanza crea condiciones para que estos monopolios puedan avanzar, o al menos se le da un visto bueno a estos avances privados para que hagan sus propios planes de detalles en la zona, a que sigan urbanizando ilegalmente, a que sigan desalojando familias silenciosamente como lo vienen haciendo hace mucho tiempo. A través de esa carta, bajábamos nuestras banderas porque eramos quienes proponíamos el diálogo, y a esa respuesta del municipio hubo una contra-respuesta que fue una segunda carta en la que fuimos mucho más duros. Decidimos no marchar contra esa reforma porque elegimos no darle entidad, que en realidad era ilegítimo por donde se lo mire. En respuesta a a eso hicimos un segundo aula para la escuela que funciona desde el año pasado, traer más vacas al tambo, hacer una fábrica de dulce de leche, generar un club social y deportivo para que la gente pueda tener un espacio de ocio público, ampliamos la cooperativa textil, construimos nuevamente la radio, antes de ir al Concejo y suspender una sesión. Seguimos abiertos a un diálogo pero creemos que nadie lo quiere tener. Apostamos que esto pueda pasar al margen del Gobierno Provincial, donde Bonfatti aseguró que se nos iba a convocar para trabajar la problemática del hábitat, y cuando se dijo también que una de las soluciones para estos conflictos era la expropiación, es decir, la compra de tierra pública por parte del Estado. Esperamos que eso se abra porque estamos atravesando un juicio de desalojo en el tambo, que va a tener una sentencia próxima y vamos a necesitar el apoyo político para que no sea efectiva. No estamos conformes como se han abordado determinados conflictos que tienen que ver con toma de tierras, que muchas veces se los judicializa cuando no hay una contrapropuesta existente.

R.C: Por un lado tenemos, en este panorama, a Giros, a la municipalidad, y también a los empresarios. ¿Cuál creés que ha sido en este último tiempo las medidas que han llevado adelante para frenar este avance de Giros en la región?

A.G: Mirá, las medidas, en el municipio, fueron más de “dejar hacer y dejar pasar”, es decir, no hubo una intervención concreta nunca. Cuando la hubo fue negando que existían proyectos en ese lugar. Este conflicto en Nuevo Alberdi arranca en 2007, después de las inundaciones cuando el agua baja, la necesidad de los vecinos era tremenda y cuando empiezan a aparecer operadores inmobiliarios que le decían a la gente que se tenían que ir porque esas tierras estaban compradas y había que hacer un proyecto en la zona, argumentando que si no se retiraban venían las topadoras de la Municipalidad a sacarlos, ese era el discurso empresario. Durante tres años se negó nuestro trabajo en Nuevo Alberdi, cuando en realidad nos enfrentábamos día a día con esos tipos que nos venían a desalojar, y cuando lo conseguieron, comenzaron a abrir calles, instalaron cabinas de gas ilegales utilizando a funcionarios públicos que eran parte de empresas privadas como el caso de Adriana Salomón, coordinadora del proyecto “Rosario Hábitat”; Jorge Doncel, dueño de Aldea S.A., y articulador de todos los proyectos público-privados de Rosario, era funcionario de la Secretaria de Planeamiento. De esta manera se atenta contra la tierra de la ciudad y las comunidades que viven en la periferia, ese me parece que ha sido el rol que el municipio ha cumplido muy bien en los últimos años. Después los grupos empresarios lo que hicieron fue crecer con esto aprovechando esa situación y consolidar un modelo que se asimila en muchas ciudades de Argentina, Latinoamérica y el mundo que es la especulación inmobiliaria, que se ha convertido en una de las partes más grandes de modelo extractivo: el monocultivo de soja transgénica, la minería a cielo abierto y la especulación inmobiliaria vienen por este camino. Todo gobierno que apoye ese modelo evidentemente esta tomando una decisión, y los privados actuaron ilegalmente, siempre al margen de la ley. Este grupo económico con el que nos enfrentamos tiene más del 9 por ciento de la ciudad bajo sus manos, lo cual es el equivalente de calle Avellaneda hasta el río y de Salta hasta 27 de Febrero, ese es el marco que tiene un grupo económico de 4 o 5 personas.

R.C: ¿Cuál es la próxima etapa en la resistencia?

A.G: La próxima etapa en principio sigue siendo la construcción concreta de Ciudad Futura. Nuestro horizonte es que todo eso que se está construyendo se convierta en una política pública, es decir, que se masifique a un conjunto social mucho más amplio que el nuestro (Nuevo Alberdi). Llevar ese modelo que es Ciudad Futura a otros territorios, con sus especificidades, con sus propias lógicas llevando el espíritu, la forma de militancia, la manera de construir un territorio que nos animamos a realizar. Esto conlleva dos cuestiones: una es la resistencia concreta a los desalojos, a lo que va a venir en poco tiempo que es la sentencia que, probablemente, pueda ser negativa contra este tambo que es la unidad productiva más importante que hay en la zona. Por otro lado, en breve un compañero va a viajar a Manchester para hacer un convenio con la universidad de esa ciudad, con la cátedra “Urbanismo Global”, y la idea es crear un instituto a nivel internacional que promueva la investigación sobre otro tipo de materialidades para la construcción de viviendas. No queremos volver a caer en una situación en la cual se nos genera un lugar para dar un debate y después se termina echando por tierra a la hora de afectar intereses concretos.

R.C: Dentro de las actividades que plantean se encuentra la Escuela de ETICA, que ha crecido bastante, ¿Como la ves planificada en un futuro?

A.G: Para nosotros la ETICA ha sido, en los últimos años, el proyecto más interesante. Primero, porque es el primer bachillerato popular que nace en la provincia; en Buenos Aires, los bachilleratos de estas características tienen diez años, acá en Santa Fe no existían, y lo importamos gracias a muchas organizaciones de Capital Federal que nos socializaron ese conocimiento y esa experiencia que en Nuevo Alberdi ha tenido un impacto tremendo, es decir, un lugar en donde la gente no ha podido terminar la escuela por la dificultad de la lejanía, ya que desde la zona rural para ir a un EMPA tenés que caminar 30 o 40 cuadras como mínimo, todo eso agravado cuando llueve, el trabajo de los compañeros, en fin, un montón de condiciones que posibilitaron que esa escuela fuera un proyecto enorme. Del mismo modo, también fue interesante pensar un modelo educativo autónomo, que no plantea romper con la educación pública, pero interroga sobre la existencia de otros sistemas educativos que puedan ser reconocidos por el Ministerio a nivel provincial como una experiencia genuina de educación. La ETICA (hace poco se inauguró el segundo año) consiste en tres años para terminar el secundario, y tiene dos terminalidades: Comunicación y Producción Agro-Ecológica. Además cuenta con un proyecto de promotores sanitarios que van empezar a realizar un trabajo de salud en toda la zona entre este año y el que viene. Durante el primer año pudimos observar que le experiencia funcionaba, hubo 30 compañeros que arrancaron y pasaron de año 25 que realizaron una presencia completa, que siempre es un problema en los EMPAS. También hubo un grupo de docentes que se conformó que hoy supera los veinte docentes que trabajan ad-honorem, y no es menor: el año pasado en 8/9 meses de clases no hubo ningún docente que se ausentara. Por lo general, cuando uno va ad-honorem a un lugar, siempre a la hora de determinados conflictos lo primero que se deja es eso, y acá hubo un grupo de gente que estuvo convencida que ese proyecto podía llegar a mucho más. Queremos desarrollar una autogestión de esa escuela, que no haya nadie que decida por nosotros cual es la currícula ha seguir, ya que tenemos materias troncales como matemática, literatura, geografía, historia, y también hay otras que fuimos sumando como arte, que tiene un rol protagónico; la informática, donde hemos realizado campañas de alfabetización digital; hay una materia llamada “Diálogos Políticos” donde se debaten problemáticas actuales con los compañeros, en lo que consideramos un proyecto educativo de excelencia que no solamente este en un colegio privado en donde se paga una cuota alta sino en base a los contenidos. Hoy tenemos la libertad de salirnos de determinadas trabas burocráticas. La perspectiva para este 2012 es que el Ministerio a nivel provincial reconozca el título para esta escuela.

R.C: Hay otra experiencia que es significativa y simbólica que es la Radio Rebelde, con toda la historia que conlleva, ¿Como fue emplazarla en ese lugar y llevar adelante la práctica?

A.G: La radio nació a finales de 2009 como una experiencia para hacer un trabajo con adolescentes, ya que en el 2005 hacíamos talleres de periodismo y comunicación con los pibes en el barrio, así arrancamos. En ese momento hubo un grupo de chicos que les interesó, que comenzaron a ver en la cuestión de la radio un espacio de participación, y fueron ellos quienes se encargaron de construir la radio dándole su primer envión. Con el tiempo se fueron sumando más personas, programas, las trasmisiones eran los fines de semana, después fuimos sumando programas semanales y se convirtió en un lugar para alertar y defender a los vecinos de los desalojos, en ese sentido la comunicación ha sido fundamental. Este año empezamos con programación diaria (sobre todo por la mañana), lo cual sumó mucho a la gente a participar. De todas formas, nos encontramos en la situación en la que ingresan este tipo de proyectos de radios que no tienen derechos adquiridos, como se los llama generalmente. Hemos tenido que cambiar de dial cada tanto, soportando que otras FM con mucha más plata te tapen ese poquito terreno que vos abarcás, que configura actualmente un panorama “de la ley de la selva” en la radiodifusión en nuestro país. Nosotros nos encontramos en esa contradicción de apoyar una ley de medios, que más allá que uno tenga diferencias determinadas la apoyamos porque creemos que es una ley que plantea un avance, sin embargo nos vemos en una situación en la que tenemos que estar con la legislación vieja, peleando en una especie de “ley de la selva”. Se hace muy difícil que un movimiento social entre en una “guerra de potencias” con una radio que tiene mucho más. Así como demostramos que nos podemos educar, que podemos producir, que podemos construir viviendas, queremos demostrar que podemos realizar nuestra propia información y socializarla.

R.C: Siguiendo por la línea de los medios de comunicación, es para destacar la importancia que han tenido las redes sociales en la difusión de la lucha y la resistencia de Giros.

A.G: Sí, totalmente. Encontramos en el Facebook lo más representativo pero en realidad la información y la comunicación en nuestra experiencia ha sido un factor central; todos los años renovamos el anuario, mostramos cosas nuevas; queremos brindar a todo el mundo la información. Para nosotros hacerlo público es fundamental porque dar a conocer un reclamo y construir una estética de comunicación también es transparentar un conflicto. Necesitamos que la gente vea a través de una foto que nace un ternero en un tambo y que hay un tipo todos los días dándole de comer, produciendo la tierra, para dar a conocer que los que están ahí no son “terroristas” con la cara tapada: son personas de carne y hueso que quieren construir otra cosa. Las redes sociales, en ese aspecto, lo que tienen de bueno es que de alguna manera muestran ese cotidiano, lo que sucede día a día, que no significa hacer un reality show de lo que estas haciendo, y nos permitió en la campaña “Nuevo Alberdi crece, produce y trabaja” mostrar semana a semana lo que iba pasando, la transición de los primeros días en donde no tenías nada hasta llegar a mostrar la producción. Eso genera que el otro se meta en tu lucha, ya que las formas de participación política cambiaron un montón en estos tiempos y, obviamente, seguimos creyendo que la forma de participar es organizándose y trabajando seriamente. En definitiva, la comunicación para nosotros es comunicación estratégica.

*Foto utilizada del Facebook del Movimiento Giros

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